lunes, 25 de agosto de 2008

Preludio: Esto es creacion instantanea via electrones, solo por si alguien puede (o quiere) ver el original http://www.new.facebook.com/note.php?note_id=24773661685&ref=mf

idise...

por María Eugenia Marenzi (notas)
viernes, 15 de agosto de 2008 a las 23:40

Nada se compara a ese aire llano y fresco, que redondeaba las figuras debajo de aquél fresno( no recuerdo si era un fresno o un cedro, salvando las diferencias).
En ese entonces las horas eran un cuento, un motivo inspirador de algún milagro, eran verdaderas musas de ensueños.
Yo lo recuerdo, inmóvil y atento, como un gran pensador en verso, lo recuerdo intangible y fragil como si se tratara de una nube que desarmaba entre sus propios brazos. Lo recuerdo junto al trigo, atravesado por el sol y enceguecido por él... lo recuerdo sonriendo tan lento y musical que aún lo sigo sintiendo.
Nada se compara a ese aire fresco...llano, que merodeaba en ese momento.
Sin embargo, por algo, es hoy un recuerdo.

Nektar Gatica ha escrito:
a las 13:23 de 16 de agosto de 2008

En un parpadeo despertó de sus pensamientos y miro al rededor. Las personas caminaban apuradas por la acera de enfrente y en el café solo había un parco personaje leyendo el diario. No había ni fresnos, ni campos de trigos…ni musas inspiradoras, ni motivos de ensueño…y en vez de sol, solo había un cielo parcialmente nublado.
Respiro profundo y sintió un aire llano que le hizo sentir frío.
Agarro la taza de café y bebió un sorbo

"maldita sea!"- dijo -"el café ya esta frío..."

(continua?)

María Eugenia Marenzi (Argentina) ha escrito:
a las 14:57 de 16 de agosto de 2008

Cada segundo dilataba la salida del café, sus pasos se aplomaban si quería caminar y el aire denso sopesaba en su cuerpo. Perecía el entorno querer detenerlo allí para siempre, como sabiendo que su suerte no era mejor afuera. Pero una hora más pasó y decidió irse a quién sabe que lugar (los lugares ya no eran lo mismo, todo tenía otra dimensión), salió y caminó siguiendo la ruta de la incertidumbre, pasando por nuevos cafés y bares que lo invitaban a probar nuevas inútiles horas. Hasta que algo lo hizo temblar otra vez... era esa casa, la misma casa... salía de sus ventanas un inescrupuloso torrente de recuerdos.

(continúa?)

Nektar Gatica ha escrito:
a las 16:31 de 16 de agosto de 2008

Volvió su mirada atrás para encontrar la aprobación de alguien pero nada. No había ni un alma a la redonda. Se mantuvo de pie frente a la puerta atónito como tratando escarbar en la maraña de sesos que soportaban sus ideas.
Observo primero la casa y después delicadamente cada uno de los detalles. De repente noto algo distinto, algo que no recordaba. Mas bien algo que no era idéntico a sus recuerdos.
La perilla de la puerta estaba en el lado derecho.

María Eugenia Marenzi (Argentina) ha escrito:
a las 14:04 de 17 de agosto de 2008

En el otro lado de la ciudad a la misma hora, alguien miraba el reloj de la Iglesia. La gente de la plaza central empezaba a desertar y un silencio sepulcral invadía el aire.
Mientras tanto, él sabía que eran las diez y que en esa casa no había ser viviente alguno... Se demoró en detalles y temía avanzar por la puerta (puerta que demostraba poder ser vulnerada hasta por un niño) porque sin embargo había en aquel lugar una presecia que era más poderosa que cualquier aparente desolación.
Al mismo momento que decidió llevar su mano temblorosa hasta el picaporte de la puerta, otra mano tocó su hombro por detrás, muy sutilmente.
El hombre de la compañia de Gas, preguntó si él era Don Francisco Herrera.

Nektar Gatica ha escrito:
a las 20:43 de 17 de agosto de 2008

(podemos borrar la ultima frase plis?)

Era el hombre de la compañía de gas.
-Es usted Francisco Herrera?
-no…- respondió dubitativo
-Perdone usted la molestia- dijo el hombre del gas
-Pero le conozco- respondió automáticamente en un instinto por detener al intruso- Soy su hermano, vengo a visitarle. ¿Para que lo necesita?-
-Es que dejo esta cinta en la oficina. Haría usted el favor de pasársela yo estoy muy apurado- Dijo el hombre del gas mirando de reojo al camión del gas que se aprestaba a seguir su camino del gas.
Recibió el paquete. -¿Francisco Herrera?- pensó mientras miraba el paquete y sin asegurarse de que el hombre ya se había ido, lo abrió. Una vieja cinta de caset con una dirección marcada en su etiqueta, "Calle las luces 103". Trató de parecer sereno pero no lo logró, impetuosamente giró la cabeza para congelarse sobre la puerta que marcada con tinta blanca tenia una inscripción. "EOI?" dijo mientras leía, “EOI? ¡Que significa EOI!". Desilusionado bajó la mirada para ver la cinta pero lo atrajo el reflejo de la misma en el piso plateado. La dirección se veía al revés. En ese momento una ráfaga olor menta lo aceleró y logro darse cuenta de lo que era distinto en sus recuerdos. No era un “EOI” lo que se leía en la puerta sino un “103” al revés.
La casa ahora estaba al revés.

María Eugenia Marenzi (Argentina) ha escrito:
a las 21:31 de 17 de agosto de 2008

Detrás suyo la calle se hundía en un espejismo y la vereda comenzaba a evaporarse, el paisaje entero se desmoronaba sin pausa y una ráfaga lo impulsó hata el interior de la casa.
Cada facción de su cara temblaba impaciente y un frío lo recorrió; al cerrar la puerta de una patada, la instalación entera se esfumó y él quedó de pie frente a un reloj.
Pensó muchas cosas, aunque desesperadamente olvidaba cada una; la presencia de un gato recostado bajo el reloj le hizo sentir que era observado y pensó en tranquilizarse y atender lo que tenía entre sus manos.
Volvió a repetirse -Francisco Herrera...Calle...103...-y
de pronto un campanaso del gran reloj le interrumpió, eran las 11 am, y él, permanecía inmóvil en un lugar que no tenía alrededor.
En el otro lado de la ciudad, alguien huyó despavorido.

Nektar Gatica ha escrito:
ayer a las 13:47
Apresuró el paso empujando a la gente y escapando a los insultos.
-Debo llegar antes que el...- pensó con el espíritu apurado -¡Debo cerrar el portal!-
Su pelo largo y crespo se movía irregularmente empujado por el viento y se fundía con la angustia que vestía su cara. El último campanazo del reloj le lleno de terror. Sus globos oculares se volvieron color verde y de un salto trepo a la copa de un árbol y empezó a saltar entre las copas. Podría haber parecido un mono extraterrestre, pudo haber desatado la histeria entre los transeúntes pero parecía que nadie notaba lo extraño de la escena y ella lo sabia. Cruzó parques y calles hasta que finalmente aterrizó frente a la puerta.
-He llegado tarde...-
Sintió un maullido adentro y los colores empezaron a desaparecer de su rostro.

María Eugenia Marenzi (Argentina) ha escrito:
ayer a las 23:03

En ese instante el gato se levantó y empezó a caminarle en rededor, no cesaba de maullar y hasta parecía por demás exaltado. Ellá intentó tocarlo pero el animal corrió en un segundo de nuevo al lugar. El reloj ahora tocaba las 12, las horas transcurrían cada vez más de prisa, el cabello de ella crecía notablemente y sus uñas empezaban a quebrarse...
En ese momento de angustia y estupor, atinó a buscar una salida, buscar el lugar por donde irse, y tal vez asi, encontrarlo a él, a él que ya no estaba...
Hechó un vistazo y encontró el sobre con el viejo caset y leyó...
- EOI Secul Sal Ellac...qué cosa es ésta?-pensó en voz alta- y corrió hasta el otro lado de la puerta. El paisaje cada vez más difuso aún le permitía darse cuanta de que estaba en la calle Las Luces, pero en la puerta decía 103.
Al salir, inmediatamente comprendió que la casa estaba al revés y cada vez más devastada.
Las paredes tenían el aspecto de ruinas y su pelo cada vez crecía mas rápido y se teñía de canas. Luego de unas pruebas comprobó que cada vez que entraba o salía de la casa las horas transcurrián más rápido, el reloj envejecía junto al gato y el sol recorría el cielo mas agilmente.
En una última entrada, el gato, yacía muerto. Y asi fue que pensó que aquel hombre a quien buscaba ya habría muerto tambien, de haber estado parado allí mucho tiempo.
Lloró y pensó, luego de unas fracciones de segundo, ella, murió tambien.

Nektar Gatica ha escrito:
ayer a las 23:23

LOS MATASTES!!!
mujer cruel!...ahora nunca sabremos quien es Francisco Herrera...

parece que era yo, nunca lo sabre :(

María Eugenia Marenzi (Argentina) ha escrito:
a las 7:19

Hasta aquí, el dueño de la casa. El personaje fingió conocerlo para apoderarse del caset. Quien descubría el caset develaba la magía de aquella casa y podía adelantar el tiempo, pero quien no lo sabía manejar podía morir en el intento, como nuetros desafortunados personajes.
Parece ser que, dicen, en aquella casa había un trmendo escape de gas que hacía alucinar a quienes entraban.
Tiempo después alguien vió la cinta: en ella, Francisco herrera mandaba un mensaje a la compañía de gas, diciendo que no vayan a arreglarle la pérdida. (parece ser que el gato nunca se enteró y fue el primero en morir).
El primer párrafo hace referencia al pasado de los dos personajes fallecidos, y no sirve para nada, o al menos, decora y llega a contrastar con el dramatismo posterior.
jaja,,, me tento matarlos, perdón! asi que si quieres seguimos, todo se puede alterar--- saludos!!! :)

Nektar Gatica ha escrito:
a las 8:52

aaa o sea tu sabias mas de la historia que yo?
me siento estafado...

jajjaa

no mejor empecemos otro pero primero el duelo por Francisco Herrera :(

María Eugenia Marenzi (Argentina) ha escrito:
a las 9:22

OK OK... respetaré eso (al menos, muejeje-je)........Supongo que esta vez te a tocar empezar algo a vos (no?)
Salu2.
MaE-

1 comentario:

fliba dijo...

Recoge estos pedazos un testigo, no hay antecedentes, entra: una gata pariendo, un reloj loco y una carga en el aire como de alguien que estuvo ahí hace unos momentos.
No alcanza para desconcierto, algo sucedió, los misterios no cerraban de inconclusos.

La vida reducida a una serie de encantamientos e historias tras el espejo, sin darse cuenta que pensaban que sentían los protagonistas siempre fueros lisos y fríos, con la intuición de ser o estar, en un espacio o tiempo... el espejo que devolvía el reflejo y el tiempo atrapado en un condensador descompuesto...
La excusa de la comisión de estudios de hechos paranormales no convencía a Francisca, el misterio seguía y por alguna ridícula razón insistía en descubrirlo, guiada por fuerzas mayores...
(enganchas?)