martes, 28 de abril de 2009

El Duelo v2.0

Ariel miraba perdido en la ventana del comedor como si no estuviera realmente sentado en el comedor. De repente un carraspeo fino lo hizo despegarse del paisaje.
-Tienes razón- dijo -Me toca jugar.
Miro el tablero un rato y decidió mover el caballo atacando los afiles. Dudó antes de depositar la pieza pero finalmente lo hizo y se recostó en el respaldo de la silla.
-¿Sigues pensando en ella cierto?- dijo el contrincante.
El contrincante se llama Javier y es estudiante de intercambio en la universidad donde Ariel hace clases. Se habían conocido debido a una emergencia psicodélica. Javier se había quedado sin papelillos para enrolar un porro.
-Si un poco- respondió Ariel –Es raro la verdad pero no puedo evitarlo, te juro que no siento nada ya por ella, está todo en el pasado, pero…me descubro hablando con ella por las calles sin sentido- dijo mirando nuevamente la ventana.
-Si hablas imaginariamente mas de 10 veces con una persona es que estas enamorado- sentencio Javier.
-¡Cállate imbecil!- contraatacó –Tu sabes muy bien que estoy enamorado de Bianca.
-Tienes razón- Respondió Javier ocultándose de la mirada puntiaguda de su contrincante -es muy raro- dijo y se aproximo al tablero -¿Mi turno?- preguntó casi sin mirar.
Movió la torre tratando de proteger su reino pero en realidad buscaba protegerse de la mirada que lo acechaba desde la ventana. -Si mantienes incompleta esa frase nuestra amistad quedara ídem- respondió soberbio Ariel haciendo hincapié en la ultima palabra.
-Nada, no te pongas así- contestó rápido Javier -Solo que mientras estuvieron juntos ninguno de los dos se sentía cómodo. A ella le cargaban tus ideas, a ti no te gustaban sus formas. Ambos se fueron infieles incontables veces, peleaban a cada momento y por las situaciones más infantiles. Y ahora que no pueden estar juntos...¡mírate tu!- le regalo una mirada de pies a cabeza -¿Quieres saber que creo? te sientes culpable de su muerte...
Ambos amigos usaban de enfrentarse el uno contra otro en las situaciones más difíciles. El juego consistía en mostrar calma mientras interiormente se desataba la tormenta. “No hay peor enemigo que ver tu propio rostro inexpresivo reflejado en las pupilas de tu contrincante” repetía Ariel siempre que podía. Javier se dignaba a mirarlo inexpresivamente solo para provocarlo. Así pasaban interminables tardes, desafiando sus mentes en dos frentes. Por fuera y en el tablero de ajedrez era Ariel versus Javier, maestro y aprendiz frente a un tablero antiguo pero impecable. Por dentro un enemigo mucho mas aplicado y severo, sus propias mentes. Una batalla que cada uno libraba interiormente contra si mismo. La primera siempre tenía un vencedor y un vencido. La segunda…quien sabe.
Ariel giro la cabeza suavemente hacia la ventana y vio la silueta de Bianca bajando del taxi. Se recompuso. -Uno, no siento culpa sino nostalgia- Dijo seriamente -Dos es hora de acabar la partida- sonrió y movió ágilmente su caballo.
-Check! my dear. Debes tener cuidado cuando hablas mientras juegas, eres de los que no pueden hacer dos cosas al mismo tiempo.
Ariel lanzo una carcajada estrepitosa, busco en su bolsillo una cajita negra y saco de ella un verde y brillante cogollo que deposito sobre la mesa. -Dejémonos de tonteras, Tu enrolas yo tengo que pensar en como salgo de esta -¿Tienes papelillos?-

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